En la era digital actual, la alfabetización digital se ha convertido en una competencia esencial para desenvolverse eficazmente en diversos ámbitos de la vida cotidiana y profesional. Este término, según la UNESCO, se refiere a «la capacidad de acceder, gestionar, comprender, integrar, comunicar, evaluar y crear información de forma segura y adecuada a través de tecnologías digitales».

Esto no solo implica aprender a usar dispositivos electrónicos como computadoras o teléfonos inteligentes, sino también desarrollar la habilidad de interactuar con herramientas y plataformas digitales de manera efectiva y responsable, comprender cómo funcionan la seguridad en línea, la gestión de datos y el uso crítico de la información disponible en internet.

¿Por qué es tan importante?

El mercado laboral ha experimentado una transformación radical en las últimas décadas debido al avance de la tecnología. Las empresas, independientemente de su tamaño o sector, están adoptando herramientas y procesos digitales para optimizar sus operaciones, mejorar la comunicación y ofrecer mejores productos o servicios a sus clientes. En este contexto, los trabajadores que carecen de habilidades digitales enfrentan una clara desventaja.

Según informes recientes, se estima que el 85% de los empleos actuales requieren alguna forma de competencia digital. Esto incluye desde conocimientos básicos, como el uso de correo electrónico o plataformas de colaboración en línea, hasta habilidades avanzadas, como la programación, el análisis de datos o el manejo de herramientas específicas de automatización.

Pero la alfabetización digital no solo es clave para acceder a empleos en el sector tecnológico. También es fundamental en ocupaciones tradicionales que ahora integran tecnologías digitales en sus procesos. Por ejemplo, en la industria de la salud, los profesionales deben manejar sistemas de historias clínicas electrónicas y dispositivos de diagnóstico digital. En el comercio minorista, los empleados necesitan familiarizarse con sistemas de inventario automatizados o plataformas de venta en línea. Incluso en la agricultura, la tecnología está transformando cómo se monitorean los cultivos y se optimizan los recursos.

Ser alfabetizado digitalmente significa tener las competencias necesarias para desenvolverse con confianza y eficiencia en un mundo que está cada vez más interconectado y tecnologizado.

La brecha digital: un desafío persistente

A pesar de la creciente importancia de la alfabetización digital, no todas las personas tienen acceso igualitario a estas habilidades. Esto da lugar a lo que se conoce como la «brecha digital«, un fenómeno que refleja las desigualdades en el acceso y uso de la tecnología. Esta brecha se manifiesta en tres niveles principales:

• Brecha de acceso: Se refiere a las diferencias en la disponibilidad de recursos tecnológicos, como dispositivos y conexión a internet. En muchas regiones, especialmente en zonas rurales o en países en vías de desarrollo, el acceso a la tecnología sigue siendo limitado.
• Brecha de uso: Aún cuando las personas tienen acceso a la tecnología, muchas carecen de las habilidades necesarias para utilizarla de manera efectiva. Por ejemplo, pueden saber cómo encender un dispositivo o abrir una aplicación, pero no comprender cómo utilizar herramientas más complejas para resolver problemas o mejorar su productividad.
• Brecha de calidad de uso: Este nivel de desigualdad surge cuando, aunque se poseen habilidades básicas, no se cuenta con los conocimientos necesarios para sacar el máximo provecho de la tecnología. Esto puede incluir desde no saber identificar fuentes confiables de información hasta desconocer cómo protegerse contra amenazas de ciberseguridad.

Esta desigualdad no solo limita las oportunidades de empleo, sino que también exacerba las diferencias sociales y económicas. La alfabetización digital es, por tanto, una herramienta esencial para promover la inclusión social y garantizar que más personas puedan participar plenamente en una sociedad digital.

Beneficios de invertir en alfabetización digital

Invertir en la formación digital trae beneficios tanto para los individuos como para las organizaciones y la sociedad en general. Algunos de los más destacados incluyen:

• Mejoras en la empleabilidad: Las personas con competencias digitales tienen más probabilidades de encontrar empleo y de avanzar en sus carreras profesionales.
• Mayor productividad: Las habilidades digitales permiten a los empleados trabajar de manera más eficiente, utilizando herramientas que automatizan tareas repetitivas y facilitan la colaboración.
• Reducción de desigualdades: Al cerrar la brecha digital, más personas tienen acceso a oportunidades educativas, laborales y sociales.
• Fomento de la innovación: Una sociedad alfabetizada digitalmente está mejor equipada para desarrollar nuevas soluciones y enfrentar los desafíos del futuro.

Conclusión

La alfabetización digital no es solo una habilidad deseable, sino una necesidad crítica en el mundo contemporáneo. Desde mejorar las perspectivas laborales hasta promover una sociedad más equitativa, su impacto es innegable. Por ello, es fundamental que las instituciones educativas, las empresas y los gobiernos trabajen juntos para garantizar que todos tengan acceso a las herramientas y formación necesarias para triunfar en la era digital.

Al final del día, invertir en alfabetización digital no solo beneficia a los individuos, sino que también fortalece a la sociedad en su conjunto, preparándola para enfrentar con éxito los retos y oportunidades del futuro.

Fuentes: santanderopenacademy, delatorre, unir